Más de 34 años pasó Steve Ballmer en Microsoft. No solo eso, sino que llegó a ser el segundo CEO de una de las compañías más importantes del mundo de la tecnología, mantuvo el puesto por más de una década, y ahora todo eso ha quedado atrás. El explosivo ejecutivo ha enviado una carta al nuevo CEO de la compañía, Satya Nadella, explicando que debido a sus obligaciones actuales "he terminado muy ocupado".
No dudamos de la palabra de Ballmer, porque acaba de convertirse en dueño del equipo de baloncesto L.A. Clippers, y espera además dedicar tiempo a "la contribución cívica, educar y aprender". Ser dueño de un equipo de baloncesto de la NBA no es cosa sencilla, tomando en cuenta que es una liga muy competitiva y en donde se manejan altas cantidades de dinero. Además, seguramente Ballmer ya esté un poco cansado del complicado mundo de la tecnología y haya decidido cambiar de ritmo, dedicándose a la administración deportiva.
En su carta de renuncia el ejecutivo proporcionó algunos consejos al actual CEO, entre ellos, el razonamiento de que "Microsoft deberá ser valiente y apostar en grande para ser exitosa en este nuevo ambiente", añadiendo que "nuestra junta debe apoyar esa valentía para que los accionistas obtengan el mejor rendimiento de Microsoft". Esas palabras son sinceras, y no dudamos que a Ballmer le importe Microsoft. Él mismo dijo: "yo sangro Microsoft. Lo he hecho por 34 años y siempre lo haré", terminando con un "prometo apoyar la valentía de los administradores desde mi cargo como accionista".
Nadella respondió diciendo que Microsoft será exitosa en esta nueva era en la que los "móviles están primero, la nube está primera". Y tiene razón. Además, la renuncia de Ballmer y los constantes cambios del negocio implican que con los sucesos se cierra un capítulo muy importante para el gigante del software.
Vía | engadget.com