Puede que el bombazo del día sea la confirmación, ahora sí que sí, de
Satya Nadella como nuevo CEO de Microsoft, pero no por ello podíamos dejar de lado al "otro" gran anuncio del día. Tal y como se venía rumoreando, Bill Gates ha decidido
abandonar la presidencia de la firma de Redmond.
De todos modos, que no cunda el pánico porque aunque tal vez se podría catalogar este paso como el fin de una era,
Gates no se desvinculará del todo de la compañía, sino que pasará a ocupar un puesto especial en la junta directiva como fundador y asesor tecnológico. Según podemos leer en la escueta nota de prensa emitida por Microsoft para ambos anuncios, gracias a ello, nuestro protagonista podrá dedicar más tiempo a la empresa y ayudar a Nadella a dar forma y dirección en esta nueva etapa.
Gates figuraba como presidente de MS
desde 2008, aunque en los últimos años se había centrado más en labores representativas que otra cosa, dejando el timón del barco a Ballmer y compañía. Con la salida de este último, Gates se involucrará mucho más a nivel interno (según podemos leer en ITespresso por petición expresa del mismísimo Nadella para "poder tener éxito"). La pega es que el comunicado no llega a explicar con mucho detalle en qué consistirán exactamente sus nuevas funciones, más allá de asesorar al nuevo CEO, aunque fuentes cercanas al asunto comentan que esta colaboración serviría para impulsar el desarrollo de más equipos y servicios con la firma de Microsoft. Por su parte, John Thompson asumirá el puesto de presidente del consejo de administración, permaneciendo además como director independiente de la junta.
Hasta ahí podemos contarte por el momento, así que habrá que echarle algo de paciencia hasta que se termine de asentar la polvareda levantada y poder así conocer exactamente cómo inciden estos cambios de carteras en la nueva dirección de Microsoft.