Junto con la fecha de lanzamiento del iPhone 5 o si realmente habrá bemoles para relanzar al cine Top Gun a 3D, uno de los principales misterios de la actualidad es saber cuándo podremos paladear por fin los nuevos terminales de Nokia equipados con el sistema operativo de Windows para móviles.
Pues bien, poco a poco se va aclarando el panorama, y es que hoy mismo el CEO de Nokia Stephen Elop comunicaba durante una entrevista a un medio chino, que los primeros móviles con Windows Phone aparecerán durante el cuarto trimestre de 2011.
Además, insistía en los ya conocidos argumentos a favor de Microsoft, en forma de herramienta para diferenciarse del resto de competidores, así como remarcar que sus dispositivos van a ser únicos tanto en hardware como software, así como en características de navegación GPS y entretenimiento. En resumen, un poco de publicidad y auto-enjabonamiento a coste cero, algo habitual en estos casos.
Hasta aquí, las declaraciones de Nokia en sentido estricto. Pero analicemos las implicaciones de estos hechos.
Nokia ha tenido que correr muy mucho para poder lanzar su primera andanada de terminales antes de que termine el año. Estas prisas tienen sus ventajas y sus inconvenientes.
Ventajas:
Dos parecen los motivos principales de que el lanzamiento se produzca antes de final de año. El más lógico y evidente es aprovechar la campaña de Navidad, el periodo con el mayor pico de ventas de los fabricantes y el que Nokia no ha querido dejar pasar de ninguna de las maneras.
La segunda explicación del inminente lanzamiento sería intentar contrarrestar lo antes posible todo el ruido que a generar el anuncio (5 de Octubre) y lanzamiento oficial (15 de Octubre) del temido iPhone 5.
Y es que la llegada del nuevo buque franquicia de Apple acapararía la atención de los medios sólo durante un par de semanas. Pensemos que para aprovechar la campaña de Navidad, Nokia debería comercializar sus modelos a inicios de Diciembre. Poco más de un mes antes (26 de Octubre) se celebra la Nokia World. Parece obvio (o debería serlo) que la compañía finlandesa será capaz de presentar sus terminales a 1 mes vista de su lanzamiento comercial.
Con todo esto, Nokia consigue 2 cartuchos para luchar contra Apple. Habrá conseguido desviar la atención mediática, presentándole a los usuarios sus nuevos smartphones WP cuando el iPhone 5 no haya aterrizado comercialmente en paises como España. Y de regalo, empezará a distribuirlos tan poco tiempo después de la presentación, que también se adelantará en este aspecto al gigante americano.
En la mente de los finlandeses, claramente parece haber la confianza suficiente para pensar que la repercusión de la nueva generación Nokia conseguirá que mucha gente le dé una oportunidad a sus terminales Windows.
Inconvenientes
Por mucho que el señor Elop hable de la diferenciación de sus lanzamientos respecto a la competencia, la información aparecida hasta ahora sugiere que los smartphones a lanzar van a ser eso, smartphones, sin que haya ningún superphone que echarse a la boca.
Los móviles high end son ahora mismo el principal reclamo del público (léase Samsung Galaxy S II), y el hecho que Nokia aún no tenga ninguno en la recámara, puede hacer disminuir el interés generado.
El iPhone 4 tuvo suficiente con aportar como novedades una resolución de pantalla nunca vista (que por cierto seguirá siendo mejor que los Nokia WP), una cámara delantera (Facetime) y un diseño cuadrado y metálico para venderse como churros.
A Nokia parece que no le ha dado tiempo de diseñar nada revolucionario o especialmente llamativo. Y por mucha marca Nokia que luzcan en sus carcasas, o mucha actualización Mango en su interior, a la hora de le verdad lo que cuenta para muchos usuarios es tener el modelo con las mejores características del momento.
En resumen: sin un auténtico superphone rompedor en tu catálogo, será difícil hacerle sombra a las innovaciones que (seguro) va a aportar iPhone 5. Y más difícil aún para una marca como Nokia, que realmente necesita un golpe en la mesa de los fuertes para conseguir hacer cambiar la opinición de muchos de sus antiguos usuarios, que durante los últimos años les han abandonado para pasarse al barco Android o Apple.
Otro inconveniente es que el lanzamiento parece que coincidirá con la segunda generación de modelos Windows Phone de fabricantes tan sólidos como HTC o Samsung. Y en este caso, parece que se han hecho mejor las cosas que en la primera oleada, donde a un software aún verde, se le unieron unos terminales poco avanzados. Ese clon del Samsung Galaxy S II equipado con WP tiene que dar mucho miedo a Nokia, porque no parece que ninguno de sus nuevos smartphones vaya a poder competir con semejante bombazo de hardware.
En cualquier caso, a Nokia realmente no le quedaba otra salida que poner la quinta marcha para intentar salir a la luz antes del final de año. Lleva demasiado tiempo en estado de hibernación como para permitirse dejar pasar otra campaña navideña o coincidir con pleno éxito de comercialización del iPhone 5, y no puede permitirse el lujo de seguir viviendo de sus modelos Symbian Anna como smartphones de gama más alta.
Personalmente, le doy un voto de confianza a la nueva etapa de Nokia. La unión de su hardware con un ese software tan ambicioso que es Windows Phone promete grandes alegrías, aunque quizás estos primeros modelos de 2011 aún estén un poco verdes y el verdadero potencial empiece a verse bien entrados en 2012.
Vía | GizMovil