La tecnología inalámbrica NFC (Near Field Communication) cumplirá en 2013 10 años, ya que el estándar ISO/IEC se aprobó el 8 de diciembre 2003. Sin embargo, pasaron varios años sin que se aclarara su validez práctica, a pesar de la formación de consorcios en los que los fabricantes de móviles trataron de comenzar a impulsar esta tecnología.
Sin embargo nos encontramos con un panorama singular: casi una década después NFC es una tecnología fantasma. A pesar de que esas siglas ya forman parte de la lista de especificaciones de la mayoría de smartphones de gama alta, sus aplicaciones prácticas aún están por verse demostradas. Pero haberlas, como las meigas, haylas.
Es precisamente la falta de apoyo real por parte de la industria la que ha provocado que los servicios basados en la tecnología NFC no acaben de despegar. Nosotros os proponemos un recorrido por algunas de las posibilidades más inmediatas (algunas ya en funcionamiento) para un sistema de comunicaciones inalámbricas que está pensada para sistemas en los que la comunicación instantánea (y no la gran cantidad de datos) sea un factor fundamental.
De hecho, la velocidad de transferencia es inferior a la del estándar Bluetooth, pero su eficiencia energética es menor y además no hace necesario el emparejamiento de dispositivos —aunque aprovechar NFC no sea tan sencillo, como explican aquí—. La tecnología Android Beam (y su variante de Samsung, la llamada S Beam) hacen uso de los chips NFC para establecer la comunicación, pero en realidad NFC es solo una parte de la ecuación: luego se usan tanto Bluetooth (Android Beam) como WiFi Direct (S Beam) para la transferencia real de archivos, aunque NFC sí facilita que los dispositivos comiencen a hablar.
Transferir fotos, vídeo o músicaAunque existen otras alternativas a la hora de pasar contenidos multimedia de un dispositivo móvil a otro (Bump es una de las más interesantes de los últimos tiempos), NFC es (o al menos era originalmente) una forma muy interesante de dar acceso a esta capacidad.
De hecho, los chips NFC que comienzan a integrarse en algunos portátiles como el HP Envy 14 Spectre o en cámaras de fotos como las Panasonic Lumix DMC-ZS30 y DMC-TS5 que se comercializarán a partir de este mes permiten utilizar estos chips para transferir fotos, vídeos y música con este estándar, aunque probablemente lo combinen con Bluetooth y WiFi Direct para poder aumentar las velocidades de transferencia.
Identificación y control del cocheEn el pasado CES se pudo ver un Porsche Carrera con un chip NFC integrado y con un pequeño ordenador basado en el sistema operativo de tiempo real QNX que disponía de una cuna para situar el smartphone con conectividad NFC. Al hacerlo el teléfono empezaba a recargarse, pero además se establecía la conexión para poder reproducir la música del móvil a través de los altavoces del coche, o realizar llamadas utilizando la agenda de contactos del smartphone.
Otra de las posibilidades consistiría en usar el móvil como una llave de acceso al coche, lo que permitiría convertir a los smartphones como sistemas redundantes (la llave convencional no se eliminaría) para poder acceder al interior del coche e incluso para poder encender el motor y desplazarnos con él. Orange y Opel ya lanzaron un sistema preliminar en este sentido que demuestra que esta es otra de las posibilidades de futuro reales de la tecnología NFC.
Cajeros automáticos 2.0Otra alternativa en el ámbito de la identificación está en la capacidad de usar esta tecnología para comenzar una sesión en un cajero automático con la que poder sacar dinero. Al acercar nuestro terminal a la pantalla de un cajero con NFC, se realizaría la negociación inicial de la conexión para identificarnos y pedirnos nuestro correspondiente PIN.
Esta alternativa de nuevo se situaría como un sistema redundante que evitaría tener que utilizar la tarjeta de débito o crédito, y haría a menudo más cómoda la operación de acceder y utilizar un cajero automático.
Compras más allá de los códigos QRLos códigos QR siguen teniendo validez para facilitar algunos procesos de compra, pero el hecho de tener que “escanear” los códigos para luego acceder a las opciones que nos brinda ese código QR resulta algo incómodo comparado con la capacidad que tiene la tecnología NFC de transmitir esos datos automáticamente en cuanto acercásemos nuestro terminal a una etiqueta NFC con la información de ese producto.
Así, al realizar esa transferencia de información podríamos localizar determinados artículos en una tienda, pedir la ayuda de un asistente, o tratar de aprovechar cupones y ofertas si están disponibles en el sistema al realizar el pago.
Identificación en eventosEn el propio Mobile World Congress de Barcelona hemos visto como las posibilidades de identificación de la tecnología NFC son idóneas para mejorar los procesos de registro y control de acceso a todo tipo de eventos. Las llamadas NFC Badge eran acreditaciones con un chip NFC que permitían a los que las portaban poder acceder al recinto de la feria directamente y sin tener que mostrar repetidamente la acreditación física convencional. Los compañeros de Xataka Móvil, Xataka Android y Xataka que cubrieron el evento nos han confirmado el acierto en el uso de esta tecnología en dicha feria, donde ya se habían implantado estos sistemas en anteriores ediciones.
Ese mismo sistema es el que poco a poco se va implantando —o se podría implantar al menos como opción— en otros eventos de todo tipo, tales como eventos deportivos, conciertos, acceso a hospitales y, por supuesto, acceso a oficinas de trabajo en las que además esa capacidad se combinaría con los sistemas de control de las jornadas laborales que muchas empresas utilizan.
Pagos móviles, la gran esperanzaLa última posibilidad es sin duda de la que más se habla: los sistemas de pago móviles que hacen uso de la tecnología NFC llevan tiempo en desarrollo y pruebas, y de hecho hay implantaciones funcionando desde hace tiempo.
El servicio Google Wallet es probablemente el mejor ejemplo de esa ambición por proporcionar métodos de pago móviles de forma inalámbrica. En Estados Unidos la tecnología va por buen camino —200.000 comercios con sistemas de pago inalámbricos lo demuestran— pero de momento ese desarrollo no ha sido exportado a otros países. Los sistemas alternativos de Apple (Passbook) y de Samsung (el recién presentado Wallet, aunque menos ambicioso que el servicio de Google) persiguen el mismo objetivo, aunque su aplicación práctica real aún está por demostrarse.
Sin embargo, NFC sí es la base de muchos proyectos de grandes empresas financieras tales como Visa o Mastercard, y quizás en este 2013 comencemos a ver con cierta frecuencia a usuarios que pagan el transporte público (o el taxi) con su móvil vía NFC. En España ya hay ejemplos prácticos como el de La Caixa o Banesto y su implantación del sistema de pago contactless, con tarjetas de crédito que llevan implantadas el chip NFC y que permiten realizar pagos inalámbricos, más cómodos y que demuestran que esta tecnología puede ser una alternativa válida de futuro.
Etiquetas NFC, unas pegatinas mágicasLas etiquetas (a menudo adhesivas) NFC permiten demostrar de nuevo las posibilidades de la tecnología al actuar como disparadores condicionales que permiten activar ciertos procesos en nuestro dispositivo móvil.
El escenario clásico sería el de tener una etiqueta en alguna pared (o varias) de nuestra casa para que al acercar el teléfono este habilitase la conectividad WiFi y Bluetooth, y que tuviéramos otra en la mesilla de noche que hiciera que al situar el smartphone al lado éste entrase en modo silencioso y se activase el despertador.
Un ejemplo de implementación práctica la tenemos en los Xperia SmartTags, que precisamente adaptan el perfil del teléfono según la etiqueta (a 14,90 € cada unapack de cuatro, eso sí) a la que acerquemos el smartphone. Podríamos tener una etiqueta en el coche que activase el navegador GPS, y otras como las que hemos citado en casa para activar esos distintos perfiles. Lo mismo ocurre con las Samsung TecTiles, otro sinónimo de estas ingeniosas etiquetas inteligentes que tienen como objetivo hacernos la vida un poquito más fácil.